sábado, 28 de junio de 2008

Morado para volar

Salí el jueves a las 2:15 de la tarde con un nudo en la garganta. Papá, mamá, Dory y Mr. Vox diciéndome adiós de la manera más dulce que pudieron. Las calles de la ciudad, la salida, la autopista que ya conozco, sin lluvia pero lo suficientemente nublado para entristecer a cualquiera, el soundtrack del viaje hubiera sido perfecto si no fuera por los audífonos del camión que tenían un falso por lo que tardé 3 de las 4 horas arreglando cablecitos (esas cosas que siempre me pasan a mi)...

Llegué a mi ciudad a las 6:30 de la tarde. Paradójicamente soñaba con volver algún dia pero cuando el deseo se me cumplió lo sufrí demasiado... estuve pensándolo más de un mes sin consultarlo más que a dos personas fuera de mi familia, un día decidía venir, otro decidía quedarme en la comodidad de casa, lloré, hablé, volví a llorar, me sobraron opiniones, me faltaron preguntas por hacer. Una mañana lo decidí: me voy. No hay para atrás.

Este primer viaje sólo traje mis papeles importantes, la computadora, algo de ropa, 4 libros, a Emilio, Evohe y Monina. Todo lo demás se ha quedado como para esperar mi regreso, ni mis discos ni los libros importantes vinieron. Se quedaron también el estudio y mi cuarto que tanto planeo organizar un día de estos, las fotos, el baúl, el altar a los momentos, Los Ritos del Obseso con su Contraespionaje, MAMÁ Y PAPÁ,
ELL@S, ÉL y su mirada que extraño tanto, nuestro tiempo...

El primer fin de semana ha pasado lento, cansado. Me doy cuenta que aquí el desgaste el mayor, las ganas de fumar aumentan a medida de las apariciones de letreros de NO FUMAR, es una linda ciudad gris y hay mucho por ver. Conocí ya a una de mis
compañer@s cercanas de trabajo tan o más asustada que yo y ninguna de las dos tenemos idea de nuestras funciones ni de cómo diablos haremos el trabajo. Hasta cierto punto me dio confianza no ser la única perdida en ese lugar ni la única aburrida en un curso donde nosotras chateábamos mientras l@s periodistas "más especializad@s" peleaban por tener la razón.

Tengo un par de semanas más para regresar y arreglar algunos papeles que me hicieron falta. Saldré en unas horas rumbo a casa, así será mi vida los próximos 6 meses por lo menos: autobuses, metro, despedidas, nostalgia, sorpresas, sonrisas, nuevos escenarios, nuevos personajes. Esta grieta seguro se pondrá más interesante...

2 comentarios:

Voz Ruda dijo...

Que grande te ves! ay recuerdo cuando eras una chiquilla :)
En hora buena y que vengan muchos éxitos!!
Un fuerte abrazo Erika!

Anónimo dijo...

muy buenas vibras... mucha suerte y lunas serenas en tu nueva tierra... besos!!

Atte. Alfres