Facebook

<<¿Cómo que cerraste tu cuenta de Facebook? Tanto que tardaste en entrar a la modernidad para salir luego luego…>> Sí, la cerré a una semana de haberla abierto. Mon parecía verdaderamente consternada, no podía concebir mi decisión de alejarme de la escena pública cibernética. Primero lo hice como un berrinche, luego encontré todas las ventajas de no estar dentro, simplemente no me gustó el hecho de saberme observada y hasta seguida. Si, la paranoica está a todo, ese es justo el efecto páginas de vida social.

¿Cómo funciona Facebook? Simple, para los niños que llenamos hojas de chismógrafos resulta ser similar: un chismógrafo virtual donde además un@ puede personalizar su espacio, digamos que tengo mi sitio web donde la gente puede conocer hasta el más oscuro de mis secretos. Tentador para ególatras como yo. El tema es siempre el yo vez tras vez. A veces se crean personajes, cuestión de mercadotecnia: tod@s estamos en venta. Porque ese sí, al final el chiste es tener la mejor página, con mayor cantidad de amig@s con los que muchas veces no se intercambian ni saludos.

De tal manera en una página de redes sociales, un@ puede cargar fotos para mostrar al mundo cuál divertida es su vida (las más populares son de bodas, fiestas y poses de modelo frustrad@, también los paisajes entran); otra es la <> de las páginas en cuanto a colores, diseños, imágenes; existe también la opción de acceso a varios juegos o artilugios como mandar bebidas a todos los contactos y organizar una ciberfiesta (sin verse ni embriagarse realmente), convertirse en vampiro y convertir a los demás para volverse más fuerte teniendo una legión, comprar carros, responder tests (a veces sin siquiera enterarse del resultado); recibir y enviar rosas, abrazos, besos, caricias (¿?); jugar póker con gente al otro lado del mundo; es más, resulta tan ridículo que uno puede encontrar tu parecido con las estrellas de Hollywood, los superhéroes, las mujeres de Esposas Desesperadas, los personajes de Disney o hasta los luchadores profesionales. Bueno, el colmo fue cuando una mañana recibí un café Starbucks con la frase <>. ¿Despertar? ¿Con un café cibernético a las 2 de la tarde? ¿O sea cómo?

Me gusta entrar un rato, perder el tiempo. Pero estas páginas resultan realmente un arma de doble filo. Cualquiera puede tener acceso a cierta información, a conocer a la gente donde uno se desenvuelve, los lugares, los gustos, a veces hasta algunas cosas confidenciales. Después de cierto tiempo se aprende a manejar esas páginas pero mientras tanto se corren algunos riesgos. Khar nunca ha querido entrar en directorios masivos como esos alegando la protección de su privacidad, ahora la entiendo. En sitios así siempre se debe comprometer algunos datos si uno busca entrar en los círculos sociales. R decidió cerrar sus sitios precisamente porque terminó por aburrirse, por supuesto, nunca jugó.

El ego me ha pedido no borrar completamente, tengo mi cuenta en Hi5 pero he aprendido a controlarlo bastante bien, de vez en cuando entro a ver cuánto ha subido mi popularidad pero tal vez un día me aburra y lo cierre al igual de Facebook. Mientras tanto, prefiero los blogs, en ellos por lo menos encuentro algo de historias, personajes, análisis y reflexiones varias. Literatura vaya.