viernes, 5 de diciembre de 2008

Brrr

Es frío de ausencia, dice el doctor García Sedano. Siempre me quedó grabada la frase desde la universidad, no podría venir de un mejor filósofo: el padre de una de mis mejores amigas. Así se asocia el clima con la nostalgia, el fin de año, otro ciclo cerrado, las celebridades donde inevitablemente un@ se obliga a extrañar (algo, alguien). Podría ser, para mucha gente esta temporada resulta deprimente y siempre el sentir frío significa que no hay cobertores suficientes, falta algo, un abrigo, un abrazo, cualquier cosa que aleje las bajas temperaturas.

Sea el frío que sea ¡qué insoportable está! Los dedos se me entumen, las rodillas y los tobillos me duelen, ni hablamos de la nariz helada que Rodolfo (el reno) envidiaría. Creo que no soy la única, mi computadora decide ponerse en huelga cada dos líneas de este artículo porque debe sentir el aire colarse por alguna de sus rendijas, tal vez le compre una bufanda.

La ciudad se siente helada. Basta ver a la gente con sus chamarras y suéteres intentando no dejar escapar ni un grado de temperatura por su piel. Los autos llevan las ventanillas arriba, la gente se tapa hasta la frente y es poco cálida en su trato. Entendible, tod@s temblamos y a como van las cosas estamos, literalmente, que no nos calienta ni el sol.

El trabajo se detiene, prefiere ir a taparse a su casa. No hay cosa más deseada en estos días que las vacaciones, guardarse en un lugar cómodo, donde un@ puede acurrucarse, quizá leer un rato, ver televisión o dejar pasar el tiempo como los osos esperan la primavera.

Por mi parte hago lo propio: mallas, botas, bufandas y sombreros. Hoy deberá disculparme usted la brevedad del Paréntesis, me permitiré ir a llenar mi taza con algún líquido que me devuelva la sinapsis. Estas letras se están congelando…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quuuuuuueeeeeeee bonitoooooooooo!!!
Grax amiga!!!