Debería trabajar para levantarme temprano mañana pero sigo con las manos temblorosas, la sonrisa a flor de piel y las uñas adoloridas después de tanto jalar, apretar, atornillar...

Hemos armado lo primeritito que cocinará algunos de nuestros millones de sueños.

Y yo que todavía no me la creo, sigo tratando de poner orden (como siempre) a las ideas, a los planes, a las necesidades, al futuro...

............................................................................Si me lo preguntan, sí, la vida me agarró por sorpresa