martes, 13 de noviembre de 2007

Las hadas están hartas de escribir sobre personajes fantásticos que en la mañana se preguntan quiénes son y por la tarde se les ha olvidado la respuesta. Sin embargo, sigue acabando con ellas el polvo de poesía entre sus alas. Les duele, no pueden volar, maldicen. Pero deben continuar, por cada hada que dice no creer en ellos, un ser humano irremediablemente muere.

1 comentario:

Lata dijo...

uuuuuuuuuuyyy, qué lindo.
:)