jueves, 30 de julio de 2009

Será?

Después del festejo viene la calma. Llega el periodo constructivo: 50 días después del cumpleaños que serán decisivos para los meses siguientes y no se pero inevitablemente llegan a mi las preguntas eternas: ¿a dónde voy? ¿son mis planes equivalentes a los que tiene la vida para mi? ¿cuántas veces puedo cambiarlos? ¿cuál será el mejor camino? ("estoy seguro, que dirías que tome aquel, el que me lleve más lejos" dirían mis años mozos al lado de Fernando Delgadillo) es más... ¿existe un camino?

También se que pienso demasiado lo cual no resulta tan provechoso y por más que quisiera actuar de plano no se ni para dónde darle.

Estaba en esas reflexiones cuando, sin darme cuenta, ya tengo 3 compromisos diferentes de trabajo. Solamente una ofrece un salario fijo, la segunda es por pura buena onda y la tercera tiene una promesa a futuro (y ya sabemos que esas no cuentan). No tienen nada qué ver entre sí y al final quizá me lleven a encontrar una respuesta. Si no, por lo pronto ya estoy ocupada.

Pero ¿trabajar a mi ritmo ganando lo que yo produzca y sin que nadie me moleste? ¿estoy preparada para tal responsabilidad? Mientras más lo pienso, más me gusta la idea. Después de todo así empecé, yo les hacía los trabajos a mis amigas en la prepa y no me iba tan mal ($$$) ¿Yo como freelance? Quizá sea la opción.

Ofrezco entonces mis servicios como LCC. Especialidades? Redacción, audio y video en ese orden. Interesados por mail o en los comentarios. También hago trabajos de prepa todavía.

Esto del tiempo libre tiene sus ventajas: hay lugar para la familia, Mr. Vox, l@s amig@s, aceptar chambas, chambitas, chambotas sin remordimientos, tener una columna semanal, ser dama en las bodas, ir al cine, en fin hacer lo que me gusta.

Venga entonces esta nueva etapa!!

Y hablando de hacer lo que me gusta... SIIIIIIII LATAAAAA SI QUIEROOOOO !!!

lunes, 27 de julio de 2009
















Nos tocaba crecer y crecimos, vaya si crecimos!!

Cumplí años

De algo estoy segura: el día que yo nací nacieron todas las flores y en la pila de mi bautizo cantaron los ruiseñores (aunque haya llovido, no me importa). Yo se que cada año canta un rey David las mañanitas y que vienen todos con gusto y placer a felicitarme. Me lo dicen cada año, ¿Cómo podría esto no ser verdad?

Cumplo un año más de vida este fin de semana, un año que fue por demás inestable sin dejar de ser interesante. En el recuento de los daños nos encontramos que un gran amigo se puede volver un gran amor, trabajar en el DF no es tan interesante como parecería, la gente anda en todos lados pero lo importante es disfrutar el momento de la coincidencia, fui capaz de vaciar el baúl sin dolor alguno, me quité los parches al ver que la herida había sanado, que puedo tomar decisiones erradas pero la vida, la energía, el destino, Dios o como quieran ponerle nombre siempre nos devuelve al camino, y que escribo como me visto: en rosa y amarillo pollito.

Yo no puedo pasar este día por alto, para mí siempre es especial. Desde niña sentía esta temporada como mágica, como otra oportunidad de hacer las cosas mejor. Esperaba mi cumpleaños como en una carrera donde los deportistas esperan la señal de “fuera” para iniciar la competencia y ganar. Porque aquí no hay de otra: solamente se gana. Por eso crecer en todos los sentidos es lo que más aprecio de mi vida.

Alguien lo explica bastante bien, en una visión integral. Me robé lo que sigue del blog de Eduardo Castillo Páez, periodista, ex director de “El Observador” en Argentina. Él define su día así:

“Cumplir años es ir tomando conciencia de quienes somos y del mundo en que vivimos. Cumplir años es descubrir de a poco lo afortunados o desafortunados que fuimos. Cumplir años es entender nuestra propia realidad y comprender muchas de las cosas que antes no comprendíamos. Cumplir años es crecer, madurar, recapacitar. Cumplir años es aprender a perdonar, pero fundamentalmente es aprender a perdonarnos. Cumplir años es dejar los juguetes, asumir responsabilidades y obligaciones en un mundo que exige ocultar -y hasta matar- al niño que fuimos. Cumplir años es concretar, pero también soñar. Cumplir años es tomar conciencia de las injusticias, las diferencias, las necesidades propias y de quienes nos rodean. Cumplir años es asumir que no todo es tan justo como quisiéramos y que los valores, aquellos que conforman esa escala de la que tanto nos han hablado, se han ido derritiendo en una sociedad que privilegia solamente el lucro, el éxito y el poder. Cumplir años es buscar la verdad, nuestra propia verdad, para poder desplegarla y ejercitarla cuando sea necesario. Cumplir años es aceptar, soportar y tolerar. Cumplir años es advertir lo mucho que hay para hacer y lo mucho que podemos hacer. Cumplir años es ayudar, brindar una mano y ejercitar la verdadera solidaridad. Cumplir años es advertir las sillas vacías de los muchos que lamentablemente ya no están, pero también valorar el espacio que ocupan aquellos que sí están. Cumplir años es alegría, tristeza, melancolía, recuerdos y mucho más.

Por eso, cumplir años es así, la vida misma, porque más allá de toda reflexión y todo balance, cumplir años es vivir, solamente... vivir.”

Y yo quiero vivir plena, feliz, saludable, donde pueda tener muchas experiencias, much@s amig@s y más momentos de paréntesis. Por eso brindo con ustedes, recibo abrazos junto con buenos deseos, les comparto una rebanada de pastel (para la abundancia). Espero la lluvia para mi cumpleaños, dicen que es de buena suerte. No lo dudo: todos los años ha llovido y sí, tengo muy buena suerte.

lunes, 20 de julio de 2009

Amigas...

Para Pink, Mombi y aquellas que pasan por crisis amistosas... como yo

Soy pésima amiga, de verdad. Odio la cotidianidad, las lealtades supuestas y hasta tener que hablar de mi vida con cierta regularidad, es cierto: no lo soporto. Discúlpenme muchachas (porque por aquí andan, yo lo se) pero ustedes deben tener alguna idea: soy de lo piiiior.

Ahora entiendo que nuestro nivel de expectativa no es igual a nuestros números recibidos. Por ejemplo, hace poco chateando con Pink me dijo que ella espera una amiga que la respalde y cuyo apoyo sea incondicional. Sin embargo "se ha dado cuenta que no tiene a nadie" ¿no será acaso que pide un ideal? porque así sucede ¿no? a las niñas nos enseñaron además del príncipe azul, una doncella amarilla que nos cuidara las espaldas y nos protegiera de todo mal. Sin embargo el ser humano es por definición imperfecto e inconstante ¿son esos defectos imperdonables? y bueno, para nada defiendo lo que a Pink le sucedió con su ex amiga (lean su blog pa que se enteren del chisme completo) pero de ahí a "estar sola" es como para replantearse ciertas cosas...

Me sucedió algo parecido: mientras intentaba dormir en una "noche de despedida entre amigas" escuché a quien decía ser mi hermana del alma junto con otra chica criticarme por mis viajes, por mis trabajos, por mis renuncias, por mi cabello, por mi forma de ser, por mis amores pasados, por mi "intempestivo, inmaduro, urgido y no durará" amor presente (acaso un año es intempestivo?), vaya me recortaron hasta por las decisiones que tomo. Me quedé escuchándolas toda la noche petrificada, no sabía cómo reaccionar. En ese momento pensaba en levantarme para mandarles un categórico "pueden irse a chingar a su madre par de viejas amargadas" pero el golpe bajo me dejó tirada sin hacer absolutamente nada hasta que llegó el momento de irme del lugar (Kisath, ya sabes lo que pasó mientras el tequila hizo estragos). Capítulo cerrado, se rompió el lazo y aunque a las dos las volví a ver un par de veces después de eso, ya no ocupan lugar importante en mi vida más que para ejemplificar lo que viene a continuación.

El título de amiga se gana. Es claro que las mujeres no somos amigas de cualquiera, no como los niños que a los 5 minutos de conocerse, si hacen click, ya bromean juntos, hacen comentarios light para no aburrirse y luego se ponen de acuerdo para ver el partido la próxima semana. Si se caen mal simplemente bastará un par de miradas aniquiladoras para luego partir del lugar sin hacer más escándalo.

Nosotras somos más de tiempo, de constancia, de experiencias. Lo que nos hace amigas a las mujeres es la suma de momentos vividos juntas, buenos y malos, la complicidad que de ahí surge. Tal vez por eso somos más difíciles en ese tema... Es cierto: generalmente nos odiamos y nos amamos al mismo tiempo, somos la compañía ideal pero también podemos hacernos daño. Quizá más del necesario, porque para una mujer enojada, nunca es suficiente.

También existen esas relaciones enfermas en que una vive a través de la otra, se solapan ( lo cual no es lo mismo a tenderse la mano) o se ponen el pie con tal de no dejarse crecer, se chantajean, se quitan la energía mutuamente para, finalmente terminar en rencores o con dolor.

Ojo: No digo que no exista esa amistad ideal de prestarse todo tipo de ropa, saber los detalles íntimos de cada una, salir de compras, ver películas, abrazarse, hacerse rutinas de belleza mutuamente, platicar del ser y la nada, mientras se dan consejos mutuamente. La hay, pero es sumamente difícil. Generalmente esas amistades duran hasta los veintitantos si no es que menos. Luego cada una toma su camino, la vida sigue...

Ahí entra la clave de todo: coincidir-entender la coincidencia. La gente se une mientras los ideales, las formas (de pensar, sentir, actuar), los escenarios sean parecidos. Obviamente cuando esto cambia pueden cambiar las personas y quienes las rodean. Lamento decirlo pero pensar en la amiga eterna, incondicional y siempreharemoslomismo es casi tan ingenuo como creer en el príncipe azul.

Es que esto atentaría incluso a la evolución de las sociedades ¿pensar que una amiga estará ahí todo el tiempo? no. Las amigas también se cansan, tienen otras ocupaciones, tienen derecho a la envidia (incluso), tienen SPM, trabajan, están con su familia, tienen otr@s amig@s, prefieren ver la tele o leer un rato, simplemente quieren estar solas, o tal vez estén aburridas, ensimismadas y fastidiadas... son seres humanos

Por este lado, las mias son de todo tipo de colores: van desde el rosa hasta el color lentejuela dorada, pasando por el azul, café, verde, tutti frutti, entre otros. Cada una es especial y la verdad es que me aburrí tanto del término "mejor amiga" que preferí hacerlas a todas mis manchas de catarina. Con cada una los momentos son especiales, ricos, incomparables y por supuesto, muy diferentes. Tengo algunas que "frecuento" y otras que nunca veo pero retomamos la plática justo donde la dejamos la última vez.

Como amiga, insisto, soy de lo peor. Abandono a la gente cada vez que se me da la gana, nunca digo todo lo que pienso, ni mucho menos comparto todos mis mundos. Espero que sepan que cuentan conmigo cuando algo es realmente importante para ellas, que mis silencios significan un "no hablo porque no quiero" y que después de todo, tengan la seguridad que ahí estaré. Para mi cuenta más el cariño a distancia a la competencia cercana.

¿Expectativas? Las mejores relaciones se dan cuando una no espera nada, pero seamos realistas: yo espero solamente que de vez en cuando me pregunten cómo estoy y no me critiquen mientras duerma... aunque es difícil, lo sé, somos niñas.

lunes, 13 de julio de 2009

Justicia Divina


Con el miedo que tengas, basta....

miércoles, 1 de julio de 2009

Desdel Defe

Llegué con muchas preguntas en la cabeza que no he contestado, pero que ya no me torturan tanto. La vida en el defe por lo menos para mí resulta completamente placentera mientras siga siendo solo para vacacionar... (hace un año pude venirme a trabajar pero preferí quedarme en casa y aunque a veces me doy de topes, no me arrepiento... mucho jeje)

En fin, me siento completamente apapachada. La chilangaza familia no se ha detenido en cariños, tiempo y abrazos. Doña Lechus ya hasta me llevó a caminar con ella y las tias se desviven en "organizarme actividades" para distraerme.

Ya compré libros, baratísimos por cierto (no se ilusionen, no les llevo nada). El martes anduve en el centro, fui a todo tipo de expos (que es lo que más me gusta de venir aquí) (envidia Rubas, envidia) y hasta llegué al del arte moderno solamente por el capricho ver otra vez al Diablo en la Iglesia...

La cita hoy era en la Zona Rosa pero unas pequeñas ronchas me dejaron en casa (si lo tóxico no se me quita). Pretexto perfecto para quedarme a ver la tele todo el día (por cierto Lata, ya viste Persépolis?? Es muy buena). Preparé mi cobija azul, mi pijama rosa de rayas y el sillón donde me acomodo tan bien.

En la tarde vino la Niña Verde, que más bien es De Colores, muchos muchos colores. "Estás igualita" me dijo. Ella también lo está y me da gusto. Cerramos el trato: Coyocán, ahí estaremos.

Creo que estoy encontrando parte de mi que me faltaba...