lunes, 23 de marzo de 2009

El efecto Ex

Cuando mis adorables amigas me citaron en un bar con el único fin de emborracharme y decirme que ciertoexnovio andaba con alguienquenoerayo en seguida fui a buscarlo para conseguir una vez más que me dijera que yo era todo cuanto necesitaba. Sí algo vil pero de adolescente, tengo ese punto a mi favor. Pero, un momento, yo no lo quería, ya había tenido suficiente y ni siquiera me importaba. Obviamente me aburrí a los dos meses y regresé a las andadas de la soltería.

Conozco a muchas que hicieron lo mismo, no se hagan. Conozco a más que todavía lo hacen, no, tampoco se hagan...

El perder algo, por decisión propia o no, significa simplemente YA NO ESTÁ. PAM! Capítulo cerrado... NEEEXT! Auch! Comprenderlo me llevó un año con una psicóloga malíiiiiisima pero efectiva (sí, justo así era).

Hoy de nuevo sucede:

Hace un año decidí renunciar a un trabajo que todo mundo aún considera como lo mejor que me pudo haber pasado. A un año, relato la historia de Erika la Locutora Incomprendida jajajajajaja (o cómo tener los huevos para renunciar al trabajo del siglo):

Comencé en el 2005 a trabajar en la estación más escuchada en Morelia (hello! solamente hay 4 estaciones en FM) con un jefe maravilloso que acabaron corriéndolo acusado de acoso laboral (daaa solo porque era gritón!). En su lugar entró un chaparritofresasoycompletamentepalacio. Era un hombre al que le vi muchas ganas de trabajar y en seguida quise darme a notar con ideas y buen desempeño. Error. Le parecí ñoña y empalagosa.

En seguida se fijó en la gente que lo invitaba a salir, o en quien le llevaba los chismes hasta la oficina o en quien entró en su mundo intentosertotalmentepalacio.

Los años siguientes laboralmente los considero un caos. Resultó ser una empresa donde el reconocimiento al trabajo era poco o nulo, las decisiones se tomaron en base a los caprichos del gerente, y los problemas laborales se convertían en personales y viceversa. Y no lo niego, también tengo recuerdos padrísimos de la mayoría de los compañeros. De ahí salió dos grandes amigas y un amigo al que intento recuperar (otra historia). Sin embargo mi sensibilidad se vio lastimada.

Al señorcito obvio le molestaba si teníamos otro trabajo, si proponíamos, si no proponíamos, odiaba vernos fuera de la cabina de radio, y bueno, era (o es) un estúpido intolerante. (Fiu! Lo dije! Jajajajaja pude contar mis razones).

Durante inicios del 2008 tomé la decisión de partir. Afuera el mundo me espera brillante. En seguida entró en mi lugar la amantefresasoytotalmentepalacio pero terminaron corriéndola después de haber hecho varios escándalos.

Esperaron un año para contratar a alguien más.

Cuando lo escuché me pareció aburrido y soso. A esa estación le faltaba algo... en efecto, le faltaba yo. En seguida empecé a extrañar MI cabina y a MIS amigos. Míos y de nadie más!!! Comenzó ese vacío en el estómago y las preguntas existenciales: ¿Habré hecho bien? ¿Dejé la oportunidad de mi vida?

El fin de semana llegó de golpe la respuesta: estaba sufriendo nuevamente el efecto ex. Dirían por ahí, que me cayó el veinte!!! Recordé todos los momentos buenos y las ventajas de haber trabajado ahí pero también recordé lo agobiante que era la voz gangosa de mi ex jefe, los chismes de pasillo, la obligación política con el sindicato, el teléfono que no dejaba de sonar, mis ganas de salir corriendo, los clientes nefastos, los 20 minutos de cada corte y el nefasto “¿Tu eres la de la radio? A veeeeer, habla como locutora”... HORROR!

Jajajajaja me sentí menos frustrada… Dos días después recibí la llamada de un excompañero quejándose sobre el nuevo locutor, que si era un mamón, un irrespetuoso, un idiota… Si, las cosas seguían igual en ese lugar.

Yo, por lo menos, ya salí.

5 comentarios:

Rodion dijo...

Jijos, estoy en una de las construcoras mas influyentes de mi rancho. Que parece mucho pero es poco (just like you).

Y (just like you) me siento a punto de tronar por no poder soportar los berrinches de mi (muy talentoso, muy profesional, muy cabrón, pero muy berrinchudo) jefe.

Busco chamba. No, no tengo los huevos de aventar todo al carajo sin saber donde voy a parar. A lo que voy, eres muy valiente. Nunca lo pierdas.

Voz Ruda dijo...

Para atras ni pa'tomar vuelo chiquilla!
Todo tiene un ciclo y el tuyo fue padrísimo. Mejores cosas viendran siempre!

Que triste que solo tengamos 4 pinches estaciones de radio :( es aburridísimo...y sí, el pobre tiene voz de teto, ni modo.

La chica en llamas dijo...

Amiga! adoro tu blog, el efecto ex, todos lo vivimos, vas a ver que vas a encontrar algo mejor tanto que se te va a olvidar que era el trabajo del siglo!

Yo estoy pasando por todo un efecto ex, completito: mi (casi) ex marido, mi ex trabajo, mi ex departamento, mi ex novio que apareció de repente, pero lo único que tengo hoy que no tiene nada que ver con "exes" son a ustedes mis amigos y a mi familia, y gracias a Dios que los puso en mi camino...

Ánimo!! Te mando un abrazote!

Anónimo dijo...

TI ODIO MALDITA!!! Me abandonaste... botaste nuestras charlas vespertinas... ti odio con odio jarocho!!! Si, es un ambiente hostil, pero la radio es de la puerta de la cabina para adentro, ojalá más adelante tengas la oportunidad de trabajar en alguna empresa donde te dejen explotar todas las cualidades de un verdadero comunicador (ojo, no comunicólogo), experimentar la verdadera magia tras un micrófono... Con todo y que ti odio, se te sigue extrañando méndiga desgraciaa'

diana@silenciodementa.com dijo...

si para ti no era la oportunidad de tu vida, no lo era, punto.

cuando pases por ella, lo sabrás de inmediato y no habrá dudas. ;)

saludos desde mty.