lunes, 25 de febrero de 2008

Mundo Kalahari

El domingo fui a la fiesta infantil más divertida en mi vida. Sí, cuando era pequeña no me divertí tanto, cierto es que hubo varias pero en realidad siempre he sido muy miedosa, odio los juegos donde las vísceras se vean involucradas, si acaso a lo más que he llegado fue a la Medusa en Six Flags y eso porque nunca vi cómo funcionaba. De darme cuenta, jamás lo hubiera hecho (por cierto que Dory quiere que vayamos y nos subamos a todos los juegos, yo paso).

En fin, llegamos a las once las dos muy nenas con carita maquillada y toda la cosa. El salón se llama mundo Kalahari muy estilo jungla con sus resbaladillas, columpios, albercas de pelotas, cancha de fut bol rápido, pared para escalar, tirolesa y un King Kong sobre el tobogán digno para película de Tarzán en la selva o algo así. "Wey en mis tiempos no había nada así" Lo más parecido era el tobogán gigante cuya principal atracción era precisamente eso (por cierto, horrible porque siendo de metal puro, al medio dia aquella cosa estaba que ardía)

Desayunamos unos ricos tacos de birria, charla sobremesa (sin fumarnos el cigarrito correspondiente porque era fiesta infantil) y enseguida a la tirolesa. De verdad, no sé como tanto chavito se aventaba más de una vez. Como nos vieron cara de niñotas, los encargados nos dejaron justo en medio de la cuerda para columpiarnos con singular alegría. Ahí flotábamos de lado a lado cual piñatas (tratando de no sacar el consomé). Cuando por fin nos soltaron acabamos tan mareadas que no quisimos volver a intentarlo. Pero eso si, a saltar en la cama elástica donde me reí hasta llorar. Hace mucho no lo hacía, la condición física no es la misma. Luego a la pared, la piñata, el pastel, la gelatina con rompope y para finalizar:

"Ándale wey, vamos" "Nooooo yo paso a mi no me gusta eso" "Ándale Torreblanca, ¿A poco me vas a dejar sola?" "Ay pero me voy a matar" "No te pasa nada, vamos a aventarnos las dos juntas" Grave error. A Dory acabaron empujándola, ella me jaló y ahí voy tratando de detenerme con las manos. Caí de cabeza en la alberca de pelotas.

Terminé con el rimel corrido, la ropa enpolvada y la cara roja como si tuviera 15 años menos. No tuve aguinaldo pero pude robarme 10 Brinquitos, 8 Bocadines y 1 Mazapán. Ya lo decidí: si no convenzo a Dory, que cumple años en abril, definitivamente mis dulces 26 los quiero en un lugar así.

4 comentarios:

Voz Ruda dijo...

jajaja, pero tu si que me sacas la risa!
Que bien te la pasaste, conozco el lugar, solo que yo he ido en otro papel, el de mamá y no es lo mismo, es más a mi me resulto estresante la fiesta pensando en que momento me entregaban a mi niño en pedacitos... en fín , cosas de la edad.
disfruta todo siempre así, con alma de chiquilla ;)
Besos!!

Lata dijo...

:) qué chido mi Erikita...

Es el lugar del chango gigante. Mello.
Una pregunta ¿los adultos también pueden usar las instalaciones o soborntaste ("sobornaste") a don guardián? Confiesa...

I. Robledo dijo...

Bendita bendicion...

Disfracerse de niño y volver a la infancia...

Ah, espero que la proxima vez nos invites...

Un abrazo

La Catarina dijo...

cris: uy que miedo! déjame decirte que así estaban muchas mamás en la fiesta y l@s niñ@s hasta de cabeza se aventaban...

lata: mmmm cerrarle el ojo a los guardias se cuenta como soborno?? jijijiji

antiqva: estás cordialmente invitado para la próxima que te parece? saludos!!