miércoles, 25 de julio de 2007

0:00

Empezar el año nuevo entre letras es una manera diferente de hacerlo para mi. ¿Por qué ahora? En cierta manera planeo continuar así el próximo periodo.




No sé por qué pero no se me ha quitado el encanto de cumplir años, de sentirlo como un día especial (aún cuando poco lo festejé). Desde niña esperé este día con ilusión. No puedo negarlo, aún ansío el 26 de julio.




Hoy ha empezado bien, con los primeros abrazos, comienzan las felicitaciones, los buenos augurios, una luna que se va a dormir deseándome las buenas noches y este dolor de espalda que me ha acompañado desde los últimos 9 meses y que por irónico que parezca, me devuelve al hecho de estar viva.

Los veinticinco me acompañan de algunas decisiones, seguramente bastantes cambios, espero abunden las miradas, las tardes de café, las pláticas eternas, los errores. Conservé algo en el baúl para casos de emergencia. Con todo esto, tengo ganas de...

No se, de alguna manera me siento crecer.

Estoy asustada, debo confesarlo. Lo sé, afuera de esta ventana el mundo continua moviéndose:

No hay comentarios: